La utilización de musgos y líquenes para la elaboración de pesebres y árboles navideños es un atentado contra la naturaleza y causa gravísimos daños al entorno ambiental, dijo el director de la CARDER, Alberto Arias Dávila
Arias señaló que algunas tradiciones afectan los recursos naturales y alteran los ciclos de los ecosistemas, muchos de los cuales requieren de varios siglos para conformar una sucesión ecológica que le da sustento a la vida.
“Cuando las personas dañan su entorno, están atentando contra su propia seguridad”, dijo el director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda, al recordar que el musgo previene la erosión, porque regula las aguas de escorrentía y retiene la humedad. En las ciénagas, por ejemplo, estabiliza el suelo y lo enriquece con nutrientes para que otras especies se beneficien de ellos, mientras que en los páramos actúa como esponja controlando el flujo de humedad en los suelos
Los pesebres y árboles se pueden elaborar con material reciclable o réplicas de plástico, sin que las tradiciones navideñas se conviertan en una razón más para que las personas afecten el equilibrio natural, puntualizó Arias Dávila.
lunes, 17 de diciembre de 2007
viernes, 7 de diciembre de 2007
Colombia debe discutir mucho más sobre políticas ambientales
Propuesta del director de la CARDER ante Comisión Quinta de la Cámara
El país debe avanzar hacia una discusión sobre políticas ambientales, en la que deben tomar parte los Ministerios de Agricultura, Energía y Ambiente, el sector privado, el Congreso y las entidades que hacen parte del SINA, dijo el Director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda, Alberto Arias Dávila, al intervenir ante la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes.
Indicó que en la medida en que se tomen decisiones de política pública, el país no tendrá que observar espectáculos tan bochornosos como el enfrentamiento de Ministros por la construcción de un puerto carbonífero en Cartagena, o por los impactos de esta actividad en la ciudad de Santa Marta, o por la baja calidad de los combustibles fósiles que están contaminando el aire en las principales ciudades.
Arias afirmó que debido a que se ha venido trabajando en modelos de desarrollo ambiental, fue posible superar una larga etapa de dificultades y descoordinación entre el Ministerio de Ambiente y las Corporaciones Autónomas Regionales. Destacó el papel del ministro Juan Lozano en buscar puntos de concertación. “La nueva realidad de las relaciones entre las entidades del sistema ambiental ha arrojando positivos resultados para el país, especialmente en el fortalecimiento de la eficiencia y la eficacia, donde la CARDER ha merecido reconocimientos de la Contraloría General de la República y del Ministerio, por el adecuado desarrollo misional, la implementación del sistema de control interno y el bajo nivel de riesgo institucional”
Propuso que uno de los temas que deben estar en la agenda de trabajo se relaciona con los biocombustibles, sobre los cuales es necesario promover una discusión pública para definir la conveniencia o no de que Colombia entre en este negocio, el cual impactará la soberanía alimentaria del país y la calidad de vida de millones de compatriotas.
“Lo lógico es que frente a un tema tan crítico, el gobierno colombiano auspicie un debate que dé luces para dictar una política pública. Pero lo que ha sucedido hasta el momento, es la imposición de una medida interesada en que los productores agrícolas concentren gran parte de sus esfuerzos en cultivos con alto potencial para ser dedicados a las industrias del bioetanol y biodisel; y en que lleguen capitales multimillonarios con la apariencia de salvadores económicos del campo, para que aprovechen adecuadamente la biomasa y generen riqueza y empleo. Pero no se han contestado preguntas sobre cómo responderá el Estado frente al encarecimiento de productos esenciales de la alimentación, qué va a ocurrir con las amenazas de hambre en ciertas regiones del país y cuáles serán los impactos ambientales que se prevén con la homogenización y extensión de los cultivos dedicados a los biocombustibles”, manifestó Arias Dávila en su intervención ante los parlamentarios.
Puntualizó, que lo ambiental no debe ser mirado como un obstáculo al desarrollo, sino como una variable que le dará más competitividad al país de cara a los acuerdos internacionales de libre comercio. “La promoción de los mercados verdes, las certificaciones voluntarias, los convenios de producción limpia, los sellos verdes, representan una clara tendencia mundial que Colombia debe fortalecer”, finalizó diciendo el director de la CARDER.
El país debe avanzar hacia una discusión sobre políticas ambientales, en la que deben tomar parte los Ministerios de Agricultura, Energía y Ambiente, el sector privado, el Congreso y las entidades que hacen parte del SINA, dijo el Director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda, Alberto Arias Dávila, al intervenir ante la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes.
Indicó que en la medida en que se tomen decisiones de política pública, el país no tendrá que observar espectáculos tan bochornosos como el enfrentamiento de Ministros por la construcción de un puerto carbonífero en Cartagena, o por los impactos de esta actividad en la ciudad de Santa Marta, o por la baja calidad de los combustibles fósiles que están contaminando el aire en las principales ciudades.
Arias afirmó que debido a que se ha venido trabajando en modelos de desarrollo ambiental, fue posible superar una larga etapa de dificultades y descoordinación entre el Ministerio de Ambiente y las Corporaciones Autónomas Regionales. Destacó el papel del ministro Juan Lozano en buscar puntos de concertación. “La nueva realidad de las relaciones entre las entidades del sistema ambiental ha arrojando positivos resultados para el país, especialmente en el fortalecimiento de la eficiencia y la eficacia, donde la CARDER ha merecido reconocimientos de la Contraloría General de la República y del Ministerio, por el adecuado desarrollo misional, la implementación del sistema de control interno y el bajo nivel de riesgo institucional”
Propuso que uno de los temas que deben estar en la agenda de trabajo se relaciona con los biocombustibles, sobre los cuales es necesario promover una discusión pública para definir la conveniencia o no de que Colombia entre en este negocio, el cual impactará la soberanía alimentaria del país y la calidad de vida de millones de compatriotas.
“Lo lógico es que frente a un tema tan crítico, el gobierno colombiano auspicie un debate que dé luces para dictar una política pública. Pero lo que ha sucedido hasta el momento, es la imposición de una medida interesada en que los productores agrícolas concentren gran parte de sus esfuerzos en cultivos con alto potencial para ser dedicados a las industrias del bioetanol y biodisel; y en que lleguen capitales multimillonarios con la apariencia de salvadores económicos del campo, para que aprovechen adecuadamente la biomasa y generen riqueza y empleo. Pero no se han contestado preguntas sobre cómo responderá el Estado frente al encarecimiento de productos esenciales de la alimentación, qué va a ocurrir con las amenazas de hambre en ciertas regiones del país y cuáles serán los impactos ambientales que se prevén con la homogenización y extensión de los cultivos dedicados a los biocombustibles”, manifestó Arias Dávila en su intervención ante los parlamentarios.
Puntualizó, que lo ambiental no debe ser mirado como un obstáculo al desarrollo, sino como una variable que le dará más competitividad al país de cara a los acuerdos internacionales de libre comercio. “La promoción de los mercados verdes, las certificaciones voluntarias, los convenios de producción limpia, los sellos verdes, representan una clara tendencia mundial que Colombia debe fortalecer”, finalizó diciendo el director de la CARDER.
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