“La naturaleza debe ser protegida durante la época navideña”, pidió a los ciudadanos el Director General de la CARDER, Alberto Arias Dávila, quien aseguró que los padres de familia, educadores, comerciantes y decoradores, tienen un papel esencial durante esta temporada: evitar que musgo, líquenes, ramas y árboles se usen como adornos navideños.
Recordó que durante años era generalizado el hecho de que los pesebres de las casas fueran decorados con musgos y que los alumbrados se hicieran sobre árboles y ramas que habían sido deforestados. Aplaudió que esa costumbre haya disminuido, pero dijo que subsistía en algunos lugares la práctica de utilizar estos elementos naturales con un claro efecto negativo para el medio ambiente.
El musgo y los líquenes cumplen la función de retener el agua, actuando como esponjas para mantener la humedad en los bosques y liberándola lentamente para surtir los acuíferos, ayudando de paso a prevenir la erosión, y sirviendo de albergue a muchas especies.
Arias Dávila también dijo que los capullos de semilla de los pinos, rodajas de madera, lianas y cuerdas vegetales, también aparecen en la lista de adornos navideños, causando daños incalculables a la naturaleza.
“En el mercado existen gran cantidad de elementos artificiales que simulan los productos naturales y que se pueden utilizar y reutilizar sin generar daños al ambiente”, dijo el director de la CARDER, quien reiteró que “en esta navidad el compromiso debe ser proteger la naturaleza, para que los bienes ambientales sigan en su lugar”.
lunes, 8 de diciembre de 2008
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