En la página de Climate Change del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, acaba de ser publicada una información sobre el compromiso que ha asumido Risaralda en cuanto a los programas de adaptación al cambio climático.
La crónica, firmada por Marjolaine Cote, del Proyecto Transversalización del Cambio Climático de PNUD y distribuida a todo el mundo, señala que hay un evidente interés en este departamento por encontrar salidas a la crisis climática que empieza a afectar a los cafeteros y productores de alimentos.
“La provincia de Risaralda, ubicada en la región centro-occidental del país y hogar de casi 900.000 personas que dependen en gran medida del sector agrícola, es de alto riesgo. La región es famosa por producir algunos de los mejores cafés del mundo, pero con el aumento proyectado de la temperatura entre 2 ° C y 4 ° C en la zona andina, se afectarán los ecosistemas, las tierras serán áridas y se incrementará la erosión, además de un cambio en los patrones de lluvias que probablemente provocará inundaciones. Estos cambios en el clima tendrán efectos nefastos sobre el sector del cultivo del café, lo que pone a las comunidades y las familias de Risaralda en dificultades”, dice la crónica.
Agrega que las instituciones públicas de Risaralda están aprendiendo sobre los riesgos del cambio climático y buscan entre los mejores expertos nacionales las propuestas sobre cómo enfrentar el tema a través de políticas públicas y proteger el desarrollo futuro de la región.
Se destacan entre las actividades académicas un taller promovido por la Agencia Presidencial para la Acción Social y Cooperación Internacional y la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, y donde se empezaron a definir las acciones a corto y largo plazo que le ayudan a la región a mantener la seguridad alimentaria bajo las condiciones del clima futuro.
“Los representantes de Risaralda están dando los primeros pasos para proteger sus medios de vida y adaptarse a un clima cambiante y en este sentido se contará con el apoyo del PNUD que trabajará estrechamente con las comunidades que están en riesgo y proporcionará las herramientas y conocimientos para que puedan adaptarse mejor al cambio climático”, puntualizó el escrito distribuido en inglés.
martes, 24 de noviembre de 2009
domingo, 22 de noviembre de 2009
CARDER PRESENTÓ SU BALANCE DE BOSQUES FLEG EN CONFERENCIA MUNDIAL EN BRUSELAS
La Corporación Autónoma Regional del Risaralda participa en la Quinta Reunión de Bosques FLEG en Bruselas, convocada por la Comisión Europea, donde toman parte 100 expertos que representan países de Asia, África, Europa y América Latina.
Para el caso latinoamericano, se expusieron las exitosas experiencias de Brasil y Colombia en la aplicación de normas jurídicas que buscan combatir la ilegalidad en el comercio de productos del bosque e incrementar la gobernanza forestal.
La iniciativa Bosques FLEG se ejecuta en Colombia en los departamentos de Quindío, Tolima, Norte de Santander y Risaralda, y es coordinada por la Corporación Autónoma Regional de Risaralda – CARDER.
El director de la CARDER, Alberto Arias Dávila y el coordinador de Bosques Fleg, Rubén Darío Moreno, fueron los encargados de dar a conocer los resultados obtenidos hasta el momento por este proyecto en Colombia, el cual tiene una importancia capital para la Unión Europea, que considera que sólo con gobernabilidad es posible restarle impulso al comercio ilegal de maderas en el mundo.
“Hemos hecho énfasis en nuestra ponencia sobre temas relacionados con la construcción colectiva de normas forestales, divulgación de la legislación forestal y apoyo a pequeños y medianos productores para que certifiquen que el manejo que hacen del bosque es sostenible y legal”, dijo Arias Dávila desde Bruselas, quien agregó que fueron muy bien recibidos los Pactos Intersectoriales por la Madera legal en Colombia y los Acuerdos Departamentales que se han firmado sobre este mismo tema en Norte de Santander, Risaralda y Tolima.
Por su lado, Rubén Darío Moreno, expresó que para la Unión Europea es básico el tema de la reducción de la ilegalidad forestal, para lo cual se requieren señales claras de los gobiernos nacionales y poder unir esfuerzos interinstitucionales e intersectoriales. En este sentido, la CARDER buscará un mayor acercamiento con la administración central.
Para el caso latinoamericano, se expusieron las exitosas experiencias de Brasil y Colombia en la aplicación de normas jurídicas que buscan combatir la ilegalidad en el comercio de productos del bosque e incrementar la gobernanza forestal.
La iniciativa Bosques FLEG se ejecuta en Colombia en los departamentos de Quindío, Tolima, Norte de Santander y Risaralda, y es coordinada por la Corporación Autónoma Regional de Risaralda – CARDER.
El director de la CARDER, Alberto Arias Dávila y el coordinador de Bosques Fleg, Rubén Darío Moreno, fueron los encargados de dar a conocer los resultados obtenidos hasta el momento por este proyecto en Colombia, el cual tiene una importancia capital para la Unión Europea, que considera que sólo con gobernabilidad es posible restarle impulso al comercio ilegal de maderas en el mundo.
“Hemos hecho énfasis en nuestra ponencia sobre temas relacionados con la construcción colectiva de normas forestales, divulgación de la legislación forestal y apoyo a pequeños y medianos productores para que certifiquen que el manejo que hacen del bosque es sostenible y legal”, dijo Arias Dávila desde Bruselas, quien agregó que fueron muy bien recibidos los Pactos Intersectoriales por la Madera legal en Colombia y los Acuerdos Departamentales que se han firmado sobre este mismo tema en Norte de Santander, Risaralda y Tolima.
Por su lado, Rubén Darío Moreno, expresó que para la Unión Europea es básico el tema de la reducción de la ilegalidad forestal, para lo cual se requieren señales claras de los gobiernos nacionales y poder unir esfuerzos interinstitucionales e intersectoriales. En este sentido, la CARDER buscará un mayor acercamiento con la administración central.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Pocos avances mundiales en busca de un aire puro, asegura director de la CARDER, Alberto Arias Dávila
La celebración este 19 de noviembre del Día Internacional del Aire Puro, le permite a la sociedad comprender la dimensión del daño que estamos provocando los humanos sobre la atmosfera, al descargar en ella no 10.000 millones de toneladas métricas de combustibles fósiles, sino también residuos de cerca de 150.000 productos provenientes de la industria química.
La afirmación fue hecha por el director de la CARDER, Alberto Arias Dávila, quien dijo que el aire se está llenando de compuestos sintéticos de alta toxicidad que están presentes en plásticos, solventes, pinturas y plaguicidas, como la acroleína, benceno, cloroformo, tetracloruro de carbono, DDT, formaldehído, percloroetileno, tolueno y tricloroetileno.
Dijo que a pesar de todos los llamados que se han realizado por parte de organizaciones ambientales y científicos, en el mundo se siguen emitiendo compuestos halogenados como tetracloruro de carbono, fosgeno y cloruro de vinilo, que impactan la capa de ozono.
Recordó Arias que las emisiones de estos componentes a la atmósfera por la acción del hombre se presentan en forma de gases, vapores, polvos y aerosoles, y a través de la termodinámica y la radioactividad.
“Los inversionistas son conscientes de los impactos dañinos del uso de ciertos elementos básicos para el proceso productivo industrial y agrícola, pero pueden más sus ansias de riqueza que la necesaria protección de la atmosfera”, dijo que el director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda, quien aprovechó la ocasión para abogar porque en Copenhague se logre un acuerdo mundial sobre la disminución de las emisiones atmosféricas de sustancias de efecto invernadero, que no sólo están desestabilizando el clima, sino que dañan los ecosistemas y la causan graves perjuicios a la salud de las personas.
La afirmación fue hecha por el director de la CARDER, Alberto Arias Dávila, quien dijo que el aire se está llenando de compuestos sintéticos de alta toxicidad que están presentes en plásticos, solventes, pinturas y plaguicidas, como la acroleína, benceno, cloroformo, tetracloruro de carbono, DDT, formaldehído, percloroetileno, tolueno y tricloroetileno.
Dijo que a pesar de todos los llamados que se han realizado por parte de organizaciones ambientales y científicos, en el mundo se siguen emitiendo compuestos halogenados como tetracloruro de carbono, fosgeno y cloruro de vinilo, que impactan la capa de ozono.
Recordó Arias que las emisiones de estos componentes a la atmósfera por la acción del hombre se presentan en forma de gases, vapores, polvos y aerosoles, y a través de la termodinámica y la radioactividad.
“Los inversionistas son conscientes de los impactos dañinos del uso de ciertos elementos básicos para el proceso productivo industrial y agrícola, pero pueden más sus ansias de riqueza que la necesaria protección de la atmosfera”, dijo que el director de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda, quien aprovechó la ocasión para abogar porque en Copenhague se logre un acuerdo mundial sobre la disminución de las emisiones atmosféricas de sustancias de efecto invernadero, que no sólo están desestabilizando el clima, sino que dañan los ecosistemas y la causan graves perjuicios a la salud de las personas.
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