Las acciones que debe realizar la humanidad en su conjunto y en particular los gobiernos para contener los efectos del calentamiento global y aminorar las secuelas del cambio climático, tienen en los bosques un escenario vital. Por eso se convertirá a los bosques modelo en laboratorios para aplicar allí medidas acordadas en los consensos internacionales y en las convenciones universales para mitigar el impacto de lo inevitable frente al clima.
Reconocer el espacio vital como escenario y laboratorio permanente en las transformaciones que demanda el momento y la evolución de comportamientos para dar sostenibilidad al ambiente, como asunto y patrimonio de todos, es lo que buscan los asociados a la Red Iberoamericana de Bosques Modelo (RIABM), tal como lo define su presidente, Ronnie De Camino.
El dirigente asegura que la Red Iberoamericana en 20 años espera construir verdaderamente un modelo. El sueño de todo el grupo, es que sus países sean territorios de Desarrollo Humano, sostenible y dentro de paisajes que sean ricos en bosques. El origen de esto es forestal. Pero no solamente se trabaja en lo forestal sino en la integridad de los asuntos del territorio.
Añadió que “frente al cambio climático, las amenazas al bosque son indiscutibles. Nuestro sueño es que BM sean territorios utilizados como laboratorios de aplicación para las convenciones internacionales. Entonces, en realidad, nos estamos sumando a esa agenda de atención al cambio climático. Precisamente uno de los proyectos que tenemos es trabajar en el sistema RED (reducción de las emisiones por la deforestación). Estamos proyectando en la Unión Europea un proceso para avanzar en mitigación y adaptación del Cambio Climático. Se trata ahora de ver cómo logramos ir pensando cuáles son las especies apropiadas. Cómo facilitar la ocupación de otras especies en los sitios de donde se desplazan aquellas variedades agrícolas y arbóreas. Por lo demás, deben seguir los esfuerzos para reducir el consumo de energía”.
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