El acelerado proceso de deforestación explica en gran medida el fenómeno de la desertificación, que muestra cómo el suelo se erosiona y pierde tanto su humedad como sus nutrientes básicos.
Debido a la gravedad del problema, que podría afectar el 30% del suelo mundial, la Asamblea General de Naciones Unidas designó el 17 de junio como el "Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía".
Hay un interés creciente en la comunidad científica internacional en llamar la atención sobre los modelos de producción que viene desarrollando la sociedad humana y que desencadenan una erosión monumental, que también afecta a los ríos y al mar, que reciben gran cantidad del suelo que se pierde.
Adicional a la deforestación, es claro que la ganadería intensiva, especialmente en zonas de ladera y la falta de programas de riego, hacen que la desertificación sea cada vez mayor y se convierta en una amenaza para la supervivencia de millones de personas en el mundo.
El cambio climático que origina lluvias y sequias intensas, se convierte en otro elemento que presiona la pérdida de suelo fértil, generando dificultades para los campesinos y aumentando los niveles de pobreza y hambre en gran parte de los países marginados.
Naciones Unidas viene reclamando políticas públicas de los gobiernos para proteger las tierras agrícolas e impulsar programas de riego que beneficien a los pequeños y medianos campesinos. Adicionalmente, considera pertinente trabajar en proyectos de desarrollo urbano, para evitar que los terrenos alrededor de las ciudades se vean afectados por flujos migratorios no planificados.
Finalmente, la mejor alternativa que se encuentra para frenar la desertificación, es impulsar programas a gran escala de forestación, utilizando especies naturales, que ayuden a fijar nitrógeno al suelo y a controlar la erosión. En diferentes regiones del mundo hay ejemplos de los excelentes resultados que se derivan de la aplicación de una política en este sentido, donde se comprometen las autoridades, los campesinos y los inversionistas privados.
La CARDER está desarrollando un ambicioso proyecto de reforestación, con el cual se pretende evitar los problemas de erosión y la pérdida de tierra productiva. Los programas relacionados con el bosque tienen un buen avance.
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