Por Gabriel Ángel Ardila
“Un día, hace como seis años, me encontré en este paisaje que decidí redescubrir viviendo tantos años en su vecindad, pero de donde uno ignora muchas cosas. Muy temprano vine a este lugar y en el papel de mero observador, divisé el paisaje que rápidamente tomó una vitalidad impensada.
A la corriente sonora del agua sobre las piedras, se sumó el discurrir a lo largo de la vía de muchos niños en bicicleta, seguidos desde la parte izquierda por hombres adultos en el mismo vehículo de movilización individual, como haciendo de escudo con sus cuerpos para proteger a sus niños, frente al paso raudo y a veces amenazante de automóviles que igualmente circundan el lugar.
En especial, el paso veloz de las chivas, que parecen afanadas de llevar a sus ocupantes a los lugares de mercado en la ciudad”, rememoró Gabriel Germán Londoño, quien representó por más de una década en el Consejo Directivo de la Coraporación Autónoma Regional del Risarlada, al Presidente de la República y se nos acaba de ir.
Narré esto mismo -prosiguió- ante el Consejo Directivo de la Corporación y pedí que considerase alguna manera de intervenir positivamente sobre la vía y se hiciera, lo que ya es una realidad, un corredor que aliente la actividad lúdica, apropiando el paisaje y la riqueza de nuestro río.
“Hubo buena sintonía en aquel equipo directivo y diligencia del entonces director Alberto Árias Dávila, para emprender estudios y gestiones que dieron desarrollo a obras de embellecimiento de las áreas de protección del río, hasta llegar a esta hermosa realidad de un Parque Lineal, que consolida hoy esta plazoleta como su sala de recibo, para todos los turistas que por miles acuden todos los fines de semana a este corredor ambiental”, dijo Londoño, canciller de la guadua y eterno narrador de las vivencias ambientales de la región.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario