El abogado Juan Manuel Álvarez Villegas fue elegido Director General de la Corporación Autónoma Regional del Risaralda – CARDER, durante la reunión del Consejo Directivo compuesto por trece personas, donde consiguió el respaldo de siete consejeros.
En favor de Álvarez Villegas votaron los dos representantes del sector privado, los dos representantes de las ONG ambientales, dos alcaldes municipales y el representante de las comunidades indígenas.
El nuevo Director de la CARDER fue jefe de división en la Secretaría Jurídica de la Alcaldía de Pereira entre 1989 y 1994. Posteriormente, durante 13 años, desde 1994 fue jefe de la oficina jurídica de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, de la cual fue asesor de la Dirección General en los últimos tres años. Desde octubre de 2010, ocupó la dirección de la CARDER en carácter de encargado.
Álvarez Villegas es abogado de la Universidad Libre. Especialista en derecho Administrativo de la Universidad de Medellín y especialista en derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia.
¿Por qué Risaralda es una potencia en materia forestal?
JMAV. Porque se ha trabajado con las comunidades en la puesta en marcha de la política forestal. Esto nos ha demostrado que sí es posible comprometer a los ciudadanos en el éxito de los proyectos. La política de Bosques en Risaralda es el resultado de un proceso participativo, utilizando mesas de trabajo que aseguraron la presencia de los diferentes grupos de interés. Todo esto ha permitido que Risaralda lidere Bosques Modelo en Colombia y coordine el proyecto Bosques Fleg que financia la Unión Europea.
El departamento tiene un gran potencial en materia de guadua. ¿Es posible que esta gramínea pueda ser un producto destacado en la economía regional?
JMAV. El interés demostrado por la CARDER es recuperar la cultura de la guadua en Risaralda, como parte de una estrategia para lograr el repoblamiento de este producto, apelando a sentimientos históricos, al valor cultural de esta especie, a su papel ambiental y a su importancia económica. Si esto se logra concretar será posible abastecer de materia prima suficiente la demanda de los empresarios que están dispuestos a invertir en industrialización interna y a las solicitudes de los mercados externos.
¿Qué ocurrirá con el abastecimiento de agua para Pereira, Dosquebradas, Marsella y Santa Rosa de Cabal?
JMAV. Para el municipio de Dosquebradas las alternativas de abastecimiento durante el siglo XXI se relacionan con los ríos Campoalegre y Campoalegrito, utilizando el excedente del agua de Santa Rosa de Cabal. Actualmente gran parte del abastecimiento depende del río Otún. Marsella y Santa Rosa de Cabal, no presentan ningún problema en el balance hídrico, pues sus actuales fuentes de abastecimiento dan excedentes.
Pereira evidenciará dificultades de abastecimiento luego de 2030 y, por tal razón, debe buscar alternativas distintas complementarias a las actuales del río Otún. Se plantea la posibilidad del río Consota, aunque su caudal no es suficiente para atender la demanda de agua para la producción agrícola, industrial y doméstica. Otra alternativa se encuentra en las aguas subterráneas.
¿Qué tan importante es el tema del agua en la gestión ambiental de la CARDER?
JMAV. La CARDER ha planteado en sus planes trianuales de acción los lineamientos sobre la gestión ambiental en materia de agua, respondiendo de esta manera a las políticas nacionales y a las necesidades que sobre conservación, abastecimiento, calidad y descontaminación muestra la realidad risaraldense. Además hemos atendido la aplicación de las tasas de uso y retributiva, el otorgamiento de licencias ambientales para proyectos de alto impacto y la implementación de procesos de educación ambiental.
¿De qué se tratan los acuerdos de producción más limpia que ha venido firmando la CARDER con distintos sectores de la economía regional?
JMAV. Una de las tareas que más impactos positivos ha generado es la firma de acuerdos de producción limpia con los cañicultores, avicultores, porcicultores, floricultores y cafeteros, cuyos principales impactos tienen que ver con la necesidad de proteger el entorno natural y muy especialmente las fuentes de agua, dado que se considera este recurso como vital para los proyectos de desarrollo social y crecimiento económico en el departamento.
Como parte del trabajo de afianzar los acuerdos de producción limpia, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda- CARDER acordó una agenda de trabajo para el fortalecimiento de la gestión ambiental con la ANDI y el Comité Ambiental Intersectorial de Risaralda, la cual cuenta con el respaldo del SENA, Comité Intergremial de Risaralda, Universidad Tecnológica de Pereira, Nodo Regional de Producción Más Limpia, Cámara de Comercio de Pereira y Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios.
¿Qué piensa del SINA?
JMAV. Es uno de los modelos más destacados de esfuerzos interinstitucionales. Así lo han descrito expertos de distintos países de América y Europa, que han visto cómo desde las distintas instancias del poder público se han logrado acuerdos para proteger el medio ambiente, promover los recursos naturales e incentivar el interés de los ciudadanos por el cuidado de su entorno.
El proyecto Ecorregión del Eje Cafetero es un modelo de integración horizontal en la gestión pública. ¿En qué va el tema?
JMAV. En el marco del proyecto Ecorregión se ejecuta una Agenda de Desarrollo Sostenible, que ha definido un nuevo modelo de pensamiento regional, en el que están comprometidos los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Tolima. Esta Agenda tiene continuidad gracias al compromiso de los actores regionales, que han superado las limitaciones que se podrían deducir de los planes de desarrollo, los planes de gestión ambiental y los planes de acción ambiental en cada uno de los territorios. Ha imperado la responsabilidad política y la construcción de una visión de mediano y largo plazo.
¿Cómo analiza los cuestionamientos frente a las Corporaciones Autónomas Regionales?
JMAV. Hemos sostenido que las Corporaciones Autónomas Regionales han sido el soporte de la política ambiental, que evidentemente requiere ajustes. Sin embargo, cada vez son más fuertes los embates que buscan eliminar a las CAR y al no poder lograrlo, las ha venido minando en su propósito institucional y en su espíritu conceptual, al colgarles responsabilidades que deslegitiman su esencia. Se pretende que las CAR atiendan emergencias, adelanten prevención de desastres, respondan por las consecuencias del invierno y construyan obras de infraestructura, cuando su misión es ser autoridad ambiental, proteger los recursos naturales, promover el ecodesarrollo e incentivar la sensibilidad y la educación.
Este debate debería servir para aclarar sus competencias, porque tanto la Procuraduría y la Contraloría se han pronunciado exigiendo que la inversión no se puede desviar de la misión ambiental y que no es dable para estas instituciones dedicar el presupuesto a la construcción de infraestructuras de servicios públicos y de saneamiento básico.
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